Celaya, Gto.- Los problemas calculados que se cometerían con los militares en sus cargos como "policías", ya comenzaron en la comunidad de San Miguel Octopan, en donde arrojaron gas lacrimógeno a los vecinos, y agredieron física y verbal al delegado.

El problema sucedió al medio día, cuando los militares entraron a una secundaria de la comunidad, y los vecinos al reclamarles "de buena manera", según dijeron los agredieron con gas.

Estas acciones provocaron la intervención del delegado Pablo Ríos, quien después convocó a los medios, para denunciar que pese a que identificó con su nombre y cargo, recibió agresiones verbales y físicas, y con la amenaza del arma de cargo.

Incluso, después de que lo golpearon y lo arrastraron hasta la banqueta, le lanzaron su moto a un lado lo que le causó algunos daños.

Pero también denunció, que otros abusos que cometen los militares contra la sociedad civil, son frecuentes principalmente contra trabajadores del campo, pues se meten a las parcelas, auscultan a los hombres y jóvenes y los golpean, dijo.

El delegado indicó que presentará una denuncia ante Derechos Humanos, pero también reportará los hechos ante la Secretaría del Ayuntamiento, a fin de buscar una solución a los abusos que ya cansaron a los habitantes.

Consideró que el ingrso a la secundaria es porque quizá buscan un lugar que les pueda servir de base en la comunidad, pero a los habitantes no les gustó que invadieran el plantel y lo manifestaron pacíficamente con carteles y les respondieron con el gas.

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