Por. Ricardo Ayala Martínez // @Ricardoayala5
Fotos. Redes Sociales
Inspirado por el amor y ocurrencias de Joaquín, Paloma y Malena, sus hermanos, fue que Alejo Igoa comenzó a grabar videos en donde invitaba a la gente a divertirse a su lado a través de la pantalla, siempre buscando transmitir felicidad a todo aquel que lo viera.
Posteriormente, y tras descubrir su propio talento, Alejo no dudo en tocar puertas y aplicar en distintos trabajos, intentando incluso formar parte de una cadena de comida rápida, pero, al no recibir respuesta de ningún lado, apostó por su sueño y luego de mudarse a Buenos Aires con una cartera con poco dinero, pero una maleta llena de sueños, comenzó a subir videos que pronto acapararon la atención de millones de internautas.
Su inquietud y ganas de comerse el mundo lo llevaron también a vivir por cortos periodos de tiempo en Ciudad de México y Bogotá, pero siempre regresando a Buenos Aires, costumbre que se mantiene hasta la fecha y que lo lleva a estar constantemente viajando por el mundo con el fin de alimentar su imaginación.
En sus videos queda prueba de ello, ya que además de generar millones de reproducciones, también se le puede ver intentando cocinar, visitando un parque de diversiones, haciendo bromas con sus amigos y hermanos, y hasta experimentos que ponen a prueba su fuerza, paciencia y tenacidad.
Con 26 años, Alejo Igoa continúa ofreciendo contenido de calidad que deja huella, haciéndose de un nombre que sigue conquistando distintas latitudes y demostrando que no hay sueño que no pueda hacerse realidad y cuya fórmula secreta es, como bien lo decretó en el título de su primer video publicado hace 9 años, sólo se necesita ser uno mismo.
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